La expansión de internet y la masificación de dispositivos tecnológicos son factores que han ido favoreciendo la aparición de ataques informáticos, que han afectado a grandes empresas y bancos alrededor del mundo, ocasionando pérdidas considerables, no solo económicas, sino en pérdidas de confianza y credibilidad por parte de los clientes en los sistemas de información.
   Hemos sido testigos en más de una ocasión, de alertas a clientes bancarios respecto de cautelar la entrega de información para no ser víctimas de un intento de fraude.
   Recordemos que la seguridad informática es el proceso de prevenir y detectar el uso no autorizado de un sistema informático, e implica proteger contra intrusos el uso de nuestros recursos informáticos con intenciones maliciosas o de obtener ganancias, o incluso la posibilidad de acceder a ellos por accidente. Pero esto, requiere de medidas claras de control y monitoreo permanente de ellos.
   El hacker busca conseguir información valiosa. Sabe y conoce que el activo más importante en las organizaciones de cualquier naturaleza son sus datos. 
   La preocupación por las vulneraciones informáticas se comienza a agudizar en empresas de distintos países. Es por esto que un equipo de seguridad experto y con recursos, combinado con las herramientas adecuadas, puede hacer que la tecnología y las políticas trabajen de forma conjunta para obtener mejores resultados de seguridad.
   Se hace evidente la necesidad de contar con mejores prácticas que facilite la comprensión e implementación de nuevos sistemas de control que se adecuen a la realidad actual de cada empresa.